miércoles, 15 de diciembre de 2010

ESPACIO DEL POETA INVITADO DICIEMBRE 2010/ENERO 2011






POEMAS DE LUIS RAÚL CALVO



La Grotesca




La grotesca sufre en las piedras de cianuro.


Arrojadas al fuego, abatidas por la furia


de cerebros desahuciados


son el polvo de la bruma.


La mansedumbre abraza los cabellos del ángel


besa sus alas de ciruela y se recuesta


en las costillas del demonio.


De tanto en tanto nos vemos como somos


desplazando el filo del cuchillo


en la crueldad de la madrastra.



(De "La anunciación de la partera")




Cuatro Razones Para Explicar un Final




No hay cuatro razones que sirvan para


explicar un final.



Las cifras matemáticas sólo le atañen a los científicos


de cabeza rapada hasta los sesos, a los estadistas


preocupados por el destino de un país, a los maestros


amotinados por años en un claustro, intentando explicar


lo inexplicable.



No. El final que nos ocupa presupone otras cosas


la palidez de un rostro aprisionado en las paredes


sacerdotales, la maliciosa perspicacia del marasmo


en un comienzo que fue indefinido, el doloroso paso


a esa extraña aventura que es el amor.



Ella, de niña, escribió cuentos para que su madre


imaginara que las hadas del paraíso no habrían


de pervertirse con el tiempo, pero esto fue en vano


como era previsible, la ingenuidad esconde oscuras


intenciones, mercados de liebres atosigadas por los


hoscos marinos del trópico, injurias premeditadas


por los tramposos duendes de la primer inocencia.
No hay cuatro razones que sirvan para explicar un final


pero esta delgada y maldita ausencia pesa más


mucho más , que este duro oficio de vivir.

(De "Calles asiáticas")





Poema XXIII




Breve fue ese tiempo de tiernas voces


como las aguas cristalinas


reposan en secreto.



Cada tanto, ellas reaparecen


en las madrugadas de vigilia


para alejar a las sórdidas criaturas


que nos instigan.



A veces, también acude en auxilio


el mago de la infancia, con su vieja sentencia:


“Nada por aquí, nada por allá”.



(De "Bajos fondos del alma")




1 comentario:

galáctica dijo...

Un lujo estos poemas, de mirada original y profunda, con un denominador común, la recurrencia a la mirada de la infancia, ese breve resplandor que sin embargo, es la única luz que lucha contra el "marasmo". Muy logrado, Luis. Elisa, muy buena tu selección.Con cariño de Irene Marks